Hasta siempre, Aitor Urrutia

Escrito por Sandor el 29 de marzo de 2013.
Categorías • Personal
Etiquetas • muerte • pensamientos

Aitor Urrutia y su hija Laia

Ayer se me fue, víctima de la vida, una persona muy querida. Hoy, con el corazón triste, en este Bilbao semidesierto de semana santa, no dejo de pensar en él. Era una de esas personas que destacaban, amante de los retos y de la superación personal, brillante y luchadora. Una de esas personas que te espolean el ánimo, de conversación interesante pero divertida, de humor mordaz y mirada vivaracha.

Se que la vida no es justa, se que no hay nadie ahí arriba para decidir quien vuelve a ser polvo de estrella y quien se queda un poquito más en este breve suspiro de tiempo que es la vida, pero no puedo evitar sentir rabia e impotencia ante lo injusto de que, precisamente él, nos abandone tan pronto, con 40 años apenas cumplidos.

Deja tras de sí una legión de amigos que le recordaremos con cariño, una familia destrozada y una hija, recién nacida como quien dice, a la que con el tiempo nos encantará contar historias de su aita.

Tuvo su Lambretta andando cuando yo todavía, a día de hoy, tengo mi Vespa arrinconada cogiendo polvo. Corría maratones (el año pasado cumplió uno de sus sueños y fue al de Nueva York), cuando yo apenas doy cuatro zancadas seguidas, me ayudó (incluso regalándome material), cuando quise poner en orden la red local de la oficina... en fin, era una de esas personas que brillaba pero no cegaba, que alumbraba pero no te hacía sombra.

Su luz quedará para siempre en mi recuerdo, y allí al menos seguirá viviendo de alguna manera, formando parte de mi ser. Hasta siempre, Aitor.


¡Participa y escribe tu comentario! ;-)