Acabo de terminar de leer Propaganda, de Edward Bernays, y no puedo menos que recomendároslo. Su autor, sobrino de Sigmund Freud, ha sido considerado por muchos el "padre" de la publicidad y las relaciones públicas.
Lo que más me ha sorprendido del libro es su estilo directo y la agudeza de sus razonamientos. También, su lenguaje crudo y sincero, lejos de los eufemismos políticamente correctos tan de moda hoy en día.
En sus apenas 200 páginas hay algunas perlas que os transcribo a continuación, para que os hagais una idea del tono y temática del libro: La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elementos de importancia en la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país.
Sobre el estudio sistemático de la psicología: si conocemos el mecanismo y los motivos que impulsan a la mente de grupo, ¿no sería posible controlar y sojuzgar a las masas con arreglo a nuestra voluntad sin que estas se dieran cuenta?. Trotter y Le Bon llegaron a la conclusión de que la mente del grupo no piensa en el sentido estricto del término. En lugar de pensamientos tiene impulsos, hábitos y emociones. Los hombres rara vez se percatan de las razones reales que motivan sus acciones. En tiempos del viejo arte de vender, el fabricante le decía al posible comprador: "Por favor, cómpreme el piano". El nuevo arte invirtió el proceso y logró que el posible comprador le dijese al fabricante: "Por favor, véndame un piano". Las empresas se percantan de que su relación con el público no se limita a la producción y venta de un determinado producto, sino que esta relación incluye también la venta de sí mismas y de todo aquello que representan en la mente del público.