Tengo una cuenta corriente en Bankinter para lo básico: domiciliar recibos y sacar dinero con una tarjeta de débito.

El caso es que tras un primer año sin sobresaltos, el otro día recibo una carta del banco en el que se me informa que pasan a aumentar la comisión por mantenimiento a ¡45 euros anuales! (una subida de 30 euros con respecto al año anterior). Lo primero fue informarme, entre otros sitios, en este enlace del Banco de España, así como en esta comparativa de la OCU, para a continuación darme cuenta de que estos importes estaban por las nubes en el mercado actual (no es que tuviera ninguna duda, pero nunca está de más poder demostrarlo con alguna documentación de cara a negociar con mi gestor).

El caso es que, armado de argumentos, fui a visitar a mi gestor de Bankinter. La sorpresa fue mayúscula cuando me comentó que eso era una carta que se mandaba por defecto a todos los clientes, pero que no obstante ya me respetaba las condiciones del año pasado (es decir, siete euros y medio cada semestre en concepto de mantenimiento). Modificó algo en mi ficha de cliente y a correr. Sin preguntas, excusas ni largas: mi reclamación fue atendida al momento.

Sin embargo me ha quedado un regusto un tanto amargo, al pensar en la cantidad de gente que, habiendo recibido esta carta, no ha visitado a su gestor y no ha reclamado. ¿Qué pasará con esa gente? Hasta hace un par de años siempre había sido el típico cliente bancario: llevaba con mi caja de ahorros prácticamente toda la vida, aceptando lo que le diera la gana, sin comparar, sin prestar excesiva atención a las condiciones ni a la letra pequeña de los contratos.

Ahora digamos que estoy comenzando a despertar y a ser un consumidor de banca más despierto e inquieto. Por de pronto, he podido comprobar de primera mano en esta primera reclamación que muchas veces reclamarar sirve para algo. Un saludo y ¡a reclamar, que no está el horno para bollos! :)