Hoy comienzo a currar, se acaba oficialmente el verano, y es tiempo para recapitular, mirar atrás, y ver qué tal ha estado todo.

Ha sido un verano extraño, plagado de altibajos, más parecido a una montaña rusa que al remanso de paz y tranquilidad que tenía pensado iba a ser. De la tranquilidad de las playas del mediterráneo he pasado al desenfreno de unas fiestas de Bilbao memorables, del reposo de mi cuerpo en la arena a bailar borracho la maldita canción de Coti (sí, esa de nada fue un error) o la canción de Marijaia. De estar todo el día hablando con mi chica, a conocer gente nueva y recuperar amigos del pasado... algo inesperado y por ello doblemente disfrutado. Despues, el coletazo final del Azkenarock, una nueva decepción de un festi que poco a poco va perdiendo fuelle y pareciéndose al Dinópolis del rock... No se, después de estos 15 días de vacaciones tengo una sensación rara, como si me hubiera quedado a medio camino, pero bueno, no me queda otra que tirar hacia delante y aguantar otro año de curro y estudios hasta el agosto que viene. Como todos los años, he decidido ahorrar para irme a la India, aunque mucho me temo que también el año que viene no podrá ser... ya veremos. ¿Y por qué os cuento todo esto? Pues entre otras cosas, para deciros que ya estoy de vuelta, al pie del cañón, y que sigue ilusionándome publicar cosillas en planetainopia, y para advertiros que a partir de ahora procuraré mantener el nivel de posteo como hasta ahora y no caer en la pereza... Y por supuesto, para desearos a todos un buen comienzo de año de curro/estudios ;-)