Me viene a la cabeza esa mierda que dice algo así como "Sonríe, sonrie siempre aunque tu sonrisa sea triste, porque más triste es la tristeza de no saber sonreir". Menuda patraña, menudo supositorio de conformidad, qué asco de hipocresía... Estoy J-O-D-I-D-O, es lo que hay, Y NO ME APETECE SONREIR.
Joder, es que esta puta cita (¿se puede decir puta en el ciberblogspacio?) me saca de quicio. Parece que tenemos que estar constantemente manteniendo la compostura, midiendo el alcance de nuestras palabras, calibrando nuestros pensamientos escritos por si pudieran ofender a alguien. Pues bien, para esta y sucesivas entradas os comento que me la suda si este blog lo lee mi futuro jefe de personal, o aquel conocido al que jamás mostraría esta parte de mí... me importa un bledo. Hoy sólo me importa escupir alto y claro mi grito de dolor. Nadie necesita saber el motivo, nadie necesita saber nada... esta entrada solo camina en un sentido, un simple y veloz sprint hacia tu mente. Si no te interesa cambia de canal, soy solo una oferta más en este tenderete en el que se ha convertido todo... ¿o tal vez no? Ni lo se, ni me importa. A veces quiero pensar que importo a otra gente, a veces siento que nada ajeno a mí existe. Si todo lo que puedo imaginar existe, ¿conviven realidades excluyentes en mi mente? A estas alturas ya nada sé, ya nada intento comprender. La cama me llama. Tú, hoy, sinceramente, no me importas demasiado. La nada y yo somos uno, todo lo demás sobra o jamás ha existido. Sudo, es agosto, y me siento solo. Hay días en los que te sientes tan mal que te sientes autosuficiente.... yo no llego a tanto... las acciones de los demás me hieren... me gustaría tener una coraza inmensa, ser tan grande o tan pequeño como para que no me importara nada, pero ya veis, soy pura mediocridad, como cualquiera de vosotros. A veces cuando duele la vida sueño con un mundo en donde solo exista yo, ignorantemente feliz.... Se que no es el camino, se que todo tiene dos caras, pero hay veces que la vida duele, mucho, tanto como para querer acabar con ella. Una bombilla se funde, una sardina aletea sin aire sobre la barca de un pescador, mi esperanza muere este sabado, quemando mi piel. Hoy nada me importa, es el día de los absolutos.
(Gracias a neurogriler por la foto)