Me estaba comiendo un bocadillito de anchoas en la oficina para reponer fuerzas y, además de mi típico sentimiento de culpa por no mantener mi voluntad vegetariana, me ha asaltado otro pensamiento: "mira que si me estoy comiendo las últimas anchoas del cantábrico...". Y es que parece últimamente que entre lo del Prestige, la sobreexplotación de los recursos marinos y la contaminación, dicen que esta especie está ¡en peligro de extinción! Yo la verdad es que estas cosas me las tomo muy a pecho, y por un momento me he sentido como si me estuviera comiendo un lince ibérico o algo así.

No, si al final tendrán razón los guionistas de Futurama, en aquel episodio en el que Frey compra la última anchoa del mundo. También he leido que el atún corre el mismo peligro, y supongo que un montón de especies más... es triste imaginar que cuando lleguemos a viejos habrán desaparecido del mundo un montón de especies que existían cuando nacimos, y que llevaban aquí miles años, compartiendo su existencia con nosotros. Bueno, os dejo, que tengo que terminar mi bocadillo.